La biblioteca escolar ocupa un
lugar especial y común a todos en el Centro.
Los fondos del Centro se centralizan en ella y están catalogados para
que puedan circular y prestarse a los lectores.
Las actividades que se organizan
desde la biblioteca escolar se difunden y llegan hasta las aulas para que
todos, maestros y alumnos, conozcan las novedades, el autor del mes, las
noticias de prensa, el tema protagonista, la hora del cuentacuento.
La biblioteca de aula debe
renovarse constantemente a través de estar siempre recibiendo nuevo material.
Este puede estar formado por libros o materiales aportados por el profesor, los
padres o por los propios alumnos.
Las bibliotecas de aula son
dinámicas, ya que están en permanente circulación, incremento y renovación.
Están diseñadas para ser usadas diariamente, para consultas breves y para
lecturas personales.
Proporcionan una base de apoyo
para que los maestros enriquezcan la comunicación y el desarrollo de las cuatro
funciones básicas del lenguaje: escuchar, hablar, leer y escribir.
Estimulan la comprensión de la
lectura y, como consecuencia, favorecen el desarrollo lector.
Ponen a disposición de los niños
y niñas un conjunto variado de materiales que les permiten disfrutar de la
lectura y aprender a su propio ritmo y nivel.
Hacen que los aprendizajes, sean
más entretenidos, dado que los materiales que contienen son predominantemente
de carácter literario o recreativo.
Y sus componentes son:
Los libros
Los libros seleccionados para una
biblioteca de aula deben ser físicamente atrayentes. Desde el punto de vista de
sus contenidos deben ser variados. Su grado de dificultad debe ser diverso para
brindar oportunidades a los buenos lectores, a los lectores típicos y a los
lectores con problemas. Los libros deben cubrir una variedad de géneros y áreas
temáticas.
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